Jaqueline se aloja en la Finca Esquinzo durante 4 meses, cumpliendo así su sueño de aprender a trabajar como voluntaria en el cuidado y saber educar a los perros en manadas y por consiguiente, a la protección de los animales durante más tiempo.

 

Desde su llegada el 2 de agosto, se ha familiarizado muy bien con la situación y se ha encariñado muy especialmente con los perros Yako y Ted.