Doris Weingartner de Suiza nos ayudó en 2014 por cuarto año consecutivo con su corazón y alma en el cuidado de nuestros perros.

En 2011, Florian tuvo la suerte de ser mimado por ella con aceites y ungüentos caseros. Doris le hizo una camiseta a medida como protección solar.

Como todos nosotros, Doris tuvo que digerir primero el impacto de ver la terrible situación en la „Finca Manolo“. Poco después, sin embargo, echó una mano inmediatamente y ayudó a limpiar, alimentar y acariciar a los perros.

De vuelta a la Finca Esquinzo, Doris utilizó su querido calcetín para tapar la pata herida de Tschakan.

Ella hizo especialmente un abriguito para nuestro viejo Podenco Palomo, que padecía de corazón y cáncer de piel.

Palomo disfrutaba especialmente de las caricias y los mimos diarios.

¡Gracias Doris!

Esperamos que sigas colaborando con nuestros perros durante muchos años.